viernes, 15 de enero de 2010

Fauna Sierra Espadan: Culebra Bastarda

Empezare con el animal que mas veces he visto en mis excursiones por la Sierra sobre todo en verano, mira que hay especies de animales con los que encontrarse pues me he tenido que dar de narices con los que menos me gusta.
Dicen que no es peligrosa para el hombre pero por si acaso las veces que me he econtrado con ella no me he acercado mucho.

Nombre cientifico: Malpolon monspessulanus
Nombre castellano: Culebra Bastarda

Descripcion:
Culebra grande, la mayor de las presentes en la península Ibérica, superando los 200 cm de longitud. Cabeza estrecha, con escamas supraoculares prominentes, lo que le dota de un característico aspecto amenazante. Escamas dorsales grandes con un surco longitudinal central. Adultos de color dorsal uniforme de verde oliva a marrón o grisáceo, con un área anterior oscura, más conspicua con la edad. Los juveniles presentan el dorso verde o pardo sobre el que destaca un complejo diseño de manchas claras y oscuras.
De hábitos diurnos y, en menor medida, crepusculares. Es una culebra ágil y muy rápida en el suelo. La reproducción comienza tras la hibernación. Las cópulas se producen generalmente entre abril y junio y las puestas constan de 4 a 20 huevos bajo piedras o en madrigueras abandonadas. La longevidad en machos puede sobrepasar los 25 años.
Son cazadores merodeadores que se alimentan principalmente de reptiles, culebras, aves y huevos y pequeños mamíferos. Los juveniles capturan insectos y pequeños reptiles. A su vez, son presa de diversas rapaces y mamíferos.

La culebra bastarda es la mayor de la Península y de Europa. Puede llegar a medir 240 cm, si bien las hembras son más pequeñas.
Es agresiva y si es molestada se erguirá como una cobra y hará notar su enfado con un siseo penetrante. Su veneno, de efectos locales, es inoculado por unos colmillos posteriores que sólo llegan a morder cuando su presa ya está bastante dentro de su boca, por lo que su mordedura, aunque puede ser dolorosa, no es peligrosa para el hombre.
Le gusta el calor y ocupa principalmente la zona mediterránea, pero en la meseta puede vérsela hasta los 1.500 m de altitud. En la Península Ibérica sólo falta en la Cornisa Cantábrica y los valles de los Pirineos. Ocupa principalmente los ambientes soleados, las zonas abiertas o de matorral o bosque, zonas rurales, cultivos... Es de costumbres diurnas y se desplaza a gran velocidad. Durante el verano le gusta subirse a los árboles.
Es frecuente encontrarla; sin embargo, como todas las grandes serpientes españolas, sufre persecución por ignorancia o por miedo. Sus poblaciones también acusan los efectos de los atropellos y de la disminución de sus presas.
No olvidemos que muchas veces los reptiles se alimentan de especies molestas para el hombre. Debemos protegerlos, entre otras razones, porque son nuestros mayores aliados contra las plagas, además de una de las mayores riquezas de nuestro patrimonio natural.