miércoles, 3 de marzo de 2021

La iguana, otra víctima del cambio climático

 

Una fina capa de hielo se instaló en el sur de Florida durante una ola de frío nada habitual en esta zona, cubriendo el suelo y, provocando que las iguanas cayesen de los árboles al quedar congeladas por el frío.

Esta vez el problema llegó incluso más al sur, afectando a estados como Texas e incluso a gran parte de México. En todas estas áreas, las temperaturas han bajado los 10ºC, e incluso se han llegado a registrar desde los 5ºC hasta temperaturas bajo cero. Estas temperaturas tan anómalas y durante tanto tiempo, están provocando graves problemas a la fauna de la zona.

Una de las consecuencias de este frío invernal, es lo que se conoce como la “lluvia de iguanas” que sucede cuando la temperatura de estos animales cae a valores tan bajos que su sangre se enfría, se vuelve lenta e inmóvil y, finalmente, el animal pierde su agarre en las ramas de los árboles donde duermen, y cae.

Mientras el cielo no está nublado, pueden calentarse o al menos mantenerse con vida gracias al calor de los rayos del sol. De normal, las iguanas sobreviven a estos problemas. A medida que la sangre se va descongelando, comienzan a moverse de nuevo, no sin antes haber dejado algunas calles tapizadas con sus cuerpos. Estos reptiles hibernan hasta que suben las temperaturas y vuelven a su vida normal.

Aunque en los últimos años se está viendo este tipo de fenómenos con más frecuencia, hasta el punto de que ha aumentado la mortandad de esta especie que se produce no solo por la falta de calor, sino por otros factores como puede ser los atropellos al tumbarse en el asfalto caliente o volverse vulnerable ante sus depredadores como pueden ser los buitres.

Por otro lado, un estudio publicado el otoño pasado encontró que algunas especies de lagartos, incluidas las iguanas, pudieron tolerar temperaturas más bajas después de haber experimentado una ola de frío.

Pese a que las especies se acaban adaptando a los cambios, la fauna no está exenta del cambio climático y los cambios brusco del tiempo y la temperatura. Sequías, inundaciones, frío poco habitual y olas de calor extremo, están provocando que muchas especies de animales estén amenazadas y en grave peligro de extinción.